viernes, 27 de marzo de 2015

CENAR CON EL


Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Apocalipsis 3:14-22

Este pasaje es tremendo. Jesús nos confronta con nuestra vida espiritual en él. O somos fríos o calientes, no hay término medio. Pero todo va en crecimiento en él. Si tenemos muchos años en el Señor, volvamos al primer amor. Si somos nuevos, consagrémonos más a él.

El problema de esta Iglesia de Laodicea es que se creían autosuficientes para la vida espiritual y lo dejaron a Jesús afuera de la Iglesia. El mismo llama desde afuera tocando la puerta.

Pero en su amor nos aconseja comprar de el oro, vestiduras blancas y colirio para poder ver realmente su reino y entrar y cenar con él.

El nos puede castigar para corrección, pero nos dice que seamos celosos y que nos arrepintámonos de nuestra testarudez espiritual y existencial.

Jesús nos llama y quiere estar con nosotros para cenar con él. Abrámonos a él. Comprémosle a él, para ser ricos, vistámosnos de él para estar vestidos, y unjamos nuestros ojos para verlo a él.

El nos promete victoria y sentarnos en su trono. Nos resta entonces oír lo que el Espíritu nos dice.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ofrenda a este ministerio de consejería y evangelístico con tarjeta de crédito:

.

.

Déjanos un mensaje de lo que Dios te habló, o de lo que más te llamó la atención, o te gustó.

.

.

** INGRESA CON TU FAMILIA AL REINO DE LOS CIELOS A TRAVES DE ESTA ORACION: **

Haz esta oración y sé salvo y sano espiritualmente:

Repite con nosotros:

Padre y Dios mío, vengo a ti, no puedo más, estoy tan cansado/a, me siento mal, tengo mil problemas, te necesito, ayúdame por favor, creo en tí, aunque no te vea o no te sienta, perdóname por mis pecados, me arrepiento por estar lejos de ti, te pido que me perdones, a través de tu Hijo Jesucristo, lo recibo a él en mi corazón, entra Jesús en mi, tu eres mi salvador, hazme una nueva persona, lléname de tu Espíritu Santo, de tu Palabra, de tu bendición, cámbiame, mejora mi vida, mi familia, mi economía, por favor te lo pido, ten piedad de mi oh Dios, yo te doy gracias, te alabo y te bendigo, y te daré toda la gloria, la honra y la alabanza. Amén.