martes, 15 de noviembre de 2016

La parabola del sembrador



"Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenia mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga". San Marcos 4;3-9

Esta parábola hace referencia a las personas que intentan recibir la palabra de Dios, esto lo compara de esta manera:
- A los que crecen en pedregales, son las personas que reciben la palabra, están gozosos, todo bien hasta ahí, pero no dura mucho porque son perseguidos por la palabra, y cuando ven que seguir tratando de ser cristiano los molesta, lo dejan.
- A los que crecen en espinos, son las personas que escuchan la palabra de Dios, pero prefieren las riquezas, las codicias del mundo, y caen en la tentación.
- Al que crece en buena tierra, son las personas que guardan la palabra de Dios, y la comparten con otras personas, y dan fruto salvando vidas.

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Padre y Dios mío, vengo a ti, no puedo más, estoy tan cansado/a, me siento mal, tengo mil problemas, te necesito, ayúdame por favor, creo en tí, aunque no te vea o no te sienta, perdóname por mis pecados, me arrepiento por estar lejos de ti, te pido que me perdones, a través de tu Hijo Jesucristo, lo recibo a él en mi corazón, entra Jesús en mi, tu eres mi salvador, hazme una nueva persona, lléname de tu Espíritu Santo, de tu Palabra, de tu bendición, cámbiame, mejora mi vida, mi familia, mi economía, por favor te lo pido, ten piedad de mi oh Dios, yo te doy gracias, te alabo y te bendigo, y te daré toda la gloria, la honra y la alabanza. Amén.