Dios y la calabacera

"Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. Y dijo Jehová: Tuviste tu lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació y en espacio de otra noche pereció". Jonás 4:9-10

Así como Jonás se enojó porque pereció la calabacera que lo protegía del sol en un día, nosotros tendemos a enojarnos con las personas porque ellos no pueden discernir lo bueno de lo malo, o no son capaces de seguir sus instrucciones, o simplemente porque no te agrada. Dios nos dice que tengamos piedad de esas personas, y no enorjarnos por ello.