“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”. Proverbios 13:24
Este versículo se puede entender desde otro punto de vista: Había un árbol que le gustaba no dar fruto, pero vino el jardinero y la regó (Regar es aplicarle disciplina al árbol), y gracias a la constante hidratación, el árbol dio buen fruto.
Es probable que muchas personas no les guste la disciplina, pero esta misma nos mejora por dentro, y nuestro fruto se hace bueno una vez que incorporemos la instrucción. El árbol tenia un modo de vivir, en el que no aportaba frutos, solo estaba ahí, entonces el jardinero (nuestro Padre) lo disciplino, y el árbol pudo dar frutos. Es probable que si el árbol tuviera vida propia, no hubiera querido cambiar su manera de vivir, como las personas, pero Dios sabe que es mejor para nosotros, así que apreciemos la instrucción que se nos da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario